Los tiempos han cambiado mucho desde hace ocho años. Sobre todo, la forma de comunicarnos, de relacionarnos socialmente a través de Internet, de interactuar de forma virtual. Y con la sociedad, la Iglesia, se ha visto obligada a adaptarse a las nuevas tecnologías, a los hábitos adquiridos como resultado de una casi obsesiva dependencia a las tabletas y los teléfonos móviles.

Aunque recordemos con claridad la fumata blanca del año 2005 y la mayoría seamos capaces de decir dónde nos encontrábamos en aquella época, incluso en el momento en el que los cardenales escogieron al candidato alemán Joseph Ratzinger como cabeza de la Iglesia católica, la realidad es totalmente distinta.

Benedicto XVI renunció al ministerio petrino convertido en el primer papa twittero de la historia pero no será el último. Alguno de los cardenales que acuden al cónclave son muy influyentes en las redes sociales.

El norteamericano Timothy Dolan y el brasileño Odilo Scherer están presentes tanto en facebook como twitter pero otros se decantan por una de ellas.

En twitter destacan el estadounidense Sean O’Malley y los italianos Giancarlo Ravasi y Angelo Scola.

Mientras tanto, en facebook lo hacen el filipino Luis Antonio Tagle y los americanos Raymond Burke y Francis George.