Como cada miércoles, el Papa Francisco ha tenido una audiencia general en la plaza de San Pedro de Roma. Esta semana, Francisco ha hablado de la familia. En esta ocasión ha hecho énfasis en cuidar la comunicación, especialmente en las comidas.
“Una familia que no come unida o que mientras come no dialoga y está mirando la televisión, o cada uno con su telefonino o con su aparatito, es una familia “poco familiar”, yo diría, es una familia automática”
El Papa tiene razón. Es necesario cuidar la comunicación y conversar durante la cena. Es muy probable que queramos a nuestras familias más que a nada, pero no lo demostramos. Prestamos más atención a los que están lejos físicamente que a los que tenemos al lado. Cuando se vive fuera de casa, se echa de menos a la familia. Pero, ni esa experiencia, evita caer en la tentación de mirar el teléfono una vez que vuelves a estar en casa. Sin duda, apagar el teléfono y la televisión durante la cena ayudará a nuestras familias.
Vídeo resumen de la audiencia:
Papa en audiencia general: Apagad la televisión a la hora de cenar, hablad en familia https://t.co/JbhqWCUCUH
— Jose Maria Mayoral ن (@josemarimayoral) November 11, 2015
Palabras en español del Papa Francisco en la audiencia del 11 de Noviembre de 2015:
Queridos hermanos y hermanas
En la vida familiar aprendemos desde chicos la convivialidad, bellísima virtud que nos enseña a compartir, con alegría, los bienes de la vida. El símbolo más evidente es la familia reunida entorno a la mesa doméstica, donde se comparte no sólo la comida, sino también los afectos, los acontecimientos alegres y también los tristes. Esta virtud constituye una experiencia fundamental en la vida de cada persona y es un termómetro seguro para medir la salud de las relaciones familiares. Una familia que no come unida o que mientras come no dialoga y está mirando la televisión, o cada uno con su telefonino o con su aparatito, es una familia “poco familiar”, yo diría, es una familia automática.
Los cristianos tenemos una especial vocación a la convivialidad. Jesús no desdeñaba comer con sus amigos. Y representaba el Reino de Dios como un banquete alegre. Fue también en el contexto de una cena donde entregó a los discípulos su testamento espiritual, e instituyó la Eucaristía. Y es precisamente en la celebración Eucarística donde la familia, inspirándose en su propia experiencia, se abre a la gracia de una convivialidad universal y a una fraternidad sin fronteras, según el corazón de Cristo, que entrega su Cuerpo y derrama su Sangre por la salvación de todos.
Saludos
Saludo a los peregrinos de lengua española y a todos los grupos provenientes de España y Latinoamérica. Roguemos para que cada familia participando en la Eucaristía, se abra al amor de Dios y del prójimo, especialmente para con quienes carecen de pan y de afecto. Que el próximo Jubileo de la Misericordia nos haga ver la belleza del compartir. Gracias.
Fuente: Rome Reports TV, News.va, Vatican.va